No obstante, hay que señalar la importancia de que el tratamiento blanqueador se realice bajo la supervisión de un odontólogo. Y esto es así por varias razones. La primera es la conveniencia de que este tipo de blanqueamiento con férulas se realice sin que haya caries, enfermedad periodontal o acumulación de sarro en los dientes, por lo que es necesario una revisión previa y la corrección de los problemas dentales que pudieran existir.

Asimismo, los agentes blanqueadores pueden producir sensibilidad dental, frente a lo que el profesional es el más capacitado para calibrar la concentración del producto y el tiempo de aplicación en función de las características de cada paciente. Finalmente, el odontólogo puede proporcionar al paciente una férula hecha a medida, que se ajustará perfectamente a los dientes y, consecuentemente, optimizará la aplicación del agente blanqueador. Todas estas consideraciones son esenciales para que el tratamiento tenga el éxito deseado.

En cualquier caso, el blanqueamiento dental a domicilio con férulas es la técnica blanqueadora que más se emplea, dada su facilidad de aplicación, comodidad y efectividad. El tiempo de duración del tratamiento puede oscilar entre dos y seis semanas, dependiendo del tiempo de aplicación diario del tratamiento (de una a tres horas).

Hay que señalar que estos tiempos pueden aumentar en caso de que se produzca sensibilidad dental, ante lo que se debe reducir el tiempo diario de aplicación del gel blanqueador e incluso reducir la concentración del mismo. Por el contrario, si no se produce sensibilidad dental, se puede acelerar el proceso aumentando tanto la concentración de gel blanqueador como el tiempo que se aplica cada día.

El blanqueamiento dental en casa con férulas, por otra parte, puede combinarse con un blanqueamiento dental por fotoactivación que se aplica en la consulta del odontólogo.

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